Recuerda, los silencios mantienen los secretos, por tanto, el sonido más dulce es el sonido del silencio.
Esa es la canción del alma, algunos escuchan el silencio en la oración, otros cantan la canción en su trabajo, algunos buscan los secretos en la contemplación tranquila.
Cuando se alcanza la maestría o se experimenta, los sonidos del mundo pueden apagarse, las distracciones aquietarse. Toda la vida se convierte en meditación.
Todo en la vida es una meditación, en la que contemplas lo Divino y experimentando de esta manera, todo en la vida está bendito. Ya no hay lucha ni dolor ni preocupación. Sólo hay experiencia.
Respira en cada flor, vuela con cada pájaro, encuentra belleza y sabiduría puesto que la sabiduría se encuentra en todos los sitios donde se forma la belleza. La belleza se forma en todas partes, no tienes que buscarla, sino que vendrá a ti.
Cuando actúas en este estado, conviertes todo lo que haces en una meditación y así, en un don, en un ofrecimiento de ti a tu alma y tu alma a El Todo.
Al lavar los platos, disfruta del calor del agua que acaricia tus manos, al preparar la cena, sientes el amor del universo que te trajo este alimento y como un regalo tuyo al preparar esta comida viertes todo el amor de tu ser.
Al respirar, respira largo y profundo, respira lenta y suavemente, respira la suave y dulce nadería de la vida, tan plena de energía, tan plena de amor. Es amor de Dios lo que estas respirando.
Recuerda, los silencios mantienen los secretos.Somos todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será.
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