domingo, 8 de enero de 2012

DEMIÁN( de H.HESSE) y ABRAXAS



Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía
a brotar espontáneamente de mí.
¿Por qué había de serme tan difícil?      1.                                                   .CAÌN   (Cap. 2)...........Esta clase era la de Demian. Nosotros, los
pequeños, teníamos Historia Sagrada, y los mayores debían hacer una redacción.
Mientras nos explicaban la historia de Caín y Abel, yo miraba de reojo la cara de
Demian, que me fascinaba de manera extraña, y observaba aquel rostro seguro,
inteligente y claro inclinado sobre su trabajo con atención y carácter. No parecía en
absoluto un alumno haciendo sus deberes, sino un investigador dedicado a sus propios
problemas. En el fondo no me resultaba simpático; al contrario, sentía algo contra él:
me resultaba superior y frío, demasiado seguro de sí mismo. Sus ojos tenían la
expresión de los adultos -que nunca gusta a los niños-, un poco triste y con destellos de
ironía. Pero yo me sentía obligado a mirarle constantemente, me gustara o no; sin
embargo, cuando él me dirigía la mirada, yo apartaba los ojos asustado. Si hoy recuerdo
el aspecto que tenía Demian entonces, puedo decir que era diferente de todos los demás
en cualquier sentido y que tenía una personalidad muy definida; por eso mismo llamaba
la atención,....................................................................................................................
Al terminar las clases, salió detrás de mí. Cuando los demás se dispersaron, me
alcanzó y saludó. También este saludo resultaba muy adulto y cortés, aunque imitara
nuestro tono de colegiales.
-¿Vamos un rato juntos? -me preguntó con amabilidad.
Me sentí muy halagado y dije que sí. Entonces le expliqué dónde vivía.
-¡Ah! ¿Allí? -dijo sonriendo-. Conozco esa casa. Sobre vuestra puerta hay una cosa
muy curiosa que me ha interesado desde que la vi.
No supe al principio a lo que se refería y me asombró que conociera mi casa mejor
que yo. Debía referirse al escudo que campeaba sobre el portón; con el paso del tiempo
se había desgastado y había sido pintado varias veces; creo que no tenía nada que ver
con nosotros y nuestra familia.
-No sé lo que es -dije tímidamente-. Me parece que es un pájaro o algo parecido.
Debe de ser muy antiguo. Dicen que la casa perteneció antiguamente a un convento.
-Puede ser -asintió él-. Obsérvalo bien; esas cosas suelen ser muy interesantes. Creo
que el pájaro es un gavilán................................................................................EL PÁJARO ROMPE EL CASCARÓN.(CAP. 5)J
Fui siguiendo mis recuerdos mientras caía la noche. Fuera llovía. También en mis
recuerdos oía caer la lluvia, bajo los castaños, el día que Demian me preguntó qué me
pasaba con Franz Kromer y acertó mi secreto. Una a una fueron saliendo las
conversaciones camino del colegio y durante las clases de religión. Al final recordé mi
primera entrevista con Max Demian. ¿De qué había tratado?
Aunque no me acordaba bien, tenía tiempo y me sumí totalmente en mis
pensamientos. Volví a precisar mis recuerdos. Habíamos estado parados delante de
nuestra casa, después de que él me había comunicado su opinión sobre Caín. Había
hablado del viejo y borroso escudo que campeaba sobre nuestro portal; y me había
dicho que el escudo le interesaba, que había que fijarse bien en estas cosas. Por la
noche soñé con Demian y con el escudo, que cambiaba de forma constantemente.Demian lo sostenía entre sus manos; unas veces era pequeño y gris, otras imponente y
colorido, pero, según me explicaba él, siempre era el mismo. Al final me instó a comer el
escudo. Cuando lo hube tragado, sentí un temor terrible de que el ave heráldica
reviviera en mi, me llenara del todo y empezara a devorarme las entrañas. Lleno de
terror, me desperté.
Era aún noche cerrada. Me despabilé y oí que Ja lluvia caía dentro de la habitación.
Me levanté a cerrar la ventana y pisé algo blanquecino que había caído en el suelo. Por
la mañana vi que era mi pintura. Estaba en el suelo, mojada, y se había arrugado. La
puse a secar entre dos secantes dentro de un libro pesado. Cuando fui a verla al día
siguiente, se había secado y también había cambiado. La boca roja había palidecido y
parecía más fina. Era la boca de Demian.
Me puse a hacer un nuevo dibujo del ave heráldica. No recordaba muy bien su
verdadero aspecto; sabía que muchos detalles ya no se reconocían, porque el escudo era
viejo y había sido pintado varias veces. El pájaro estaba posado sobre algo: una flor, un
cesto, un nido o una copa de árbol. No me importaba demasiado y comencé a pintar lo
que recordaba claramente. Por un impulso indeterminado comencé en seguida con
colores fuertes. La cabeza era en mi dibujo amarilla. Fui pintando según el humor que
tuviera y acabé al cabo de unos días.
Resultó un ave de rapiña con una afilada y audaz cabeza de gavilán, con medio
cuerpo dentro de una bola del mundo oscura, de la que surgía como de un huevo
gigantesco, sobre un fondo azul. Mientras más miraba mi obra, más me parecía que era
el escudo coloreado que había visto en mi sueño.
No me hubiera sido posible escribir una carta a Demian, aunque hubiese sabido su
dirección. Pero, guiado por la vaga intuición que determinaba todos mis actos, decidí
mandarle el dibujo del gavilán, llegara o no a sus manos. No puse nada encima, ni
siquiera mi nombre; recorté cuidadosamente los bordes, compré un sobre grande y
escribí sobre él la antigua dirección de mi amigo..............................................................................5.  EL PÁJARO ROMPE EL CASCARÓN( CAP.5 )
El pájaro de mi sueño se puso en camino, en busca de mi amigo. Del modo más
extraño me llegó su respuesta.
Un día, después del recreo, encontré en clase, sobre mi pupitre, un papel metido en
mi libro. Estaba doblado como era costumbre entre nosotros cuando los compañeros se
enviaban recados secretos durante la clase. A mí me sorprendió que alguien me
mandara uno, pues yo no mantenía esta clase de comunicación con ningún compañero.
Pensé que sería una invitación a participar en alguna broma escolar en la que yo no
tomaría parte, y dejé el papel -sin haberlo leído- en el libro. Durante la clase, por
casualidad, volvió a caer en mis manos. Jugué un rato con él, lo desdoblé distraídamente
y encontré unas pocas palabras escritas. Eché un vistazo y tropecé con una de ellas; me
asusté y seguí leyendo, mientras mi corazón se contraía ante el destino como invadido
por un repentino frío.
«El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que
destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. EL DIOS SE LLAMA ABRAXAS.»
Después de haber leído varias veces estas líneas, quedé sumido en hondos
pensamientos. No cabía duda, era la respuesta de Demian. Nadie podía saber nada del
pájaro, excepto él y yo. ¡ Había recibido mi dibujo! Había comprendido y me ayudaba a
interpretar. ¡¿Pero qué relación tenía todo aquello?! Y sobre todo, ¿qué significaba
ABRAXAS? Yo no había oído ni leído nunca ese nombre. «EL DIOS ES ABRAXAS.»..............................................................................................................................................La Antigüedad no conocía el concepto de la ciencia, en el
sentido actual. En cambio, había una actividad muy desarrollada en el campo de las
verdades filosófico-místicas. En parte esto degeneraba en magia y superficialidad, que
seguramente condujeron más de una vez a engaños y crímenes. Pero también la magia
tenía un origen noble y pensamientos profundos, como la doctrina de ABBRAXAS, que puse
antes como ejemplo. Se cita este nombre en relación con fórmulas mágicas griegas y se
le considera a menudo el nombre de un hechicero, al estilo de los que hoy tienen los
pueblos salvajes. Pero parece que ABRAXAS significa mucho más. Podemos pensar que es
el nombre de un dios que tiene la función simbólica de unir lo divino y lo demoníaco...........................................................................................................................«Unir lo divino y lo demoníaco», resonaba aún en mi mente. Aquí podía yo empalmar
mis reflexiones; el tema me resultaba familiar por las conversaciones que había tenido
con Demian en el último tiempo de nuestra amistad. Demian había dicho que venerábamos
a un Dios que representaba sólo a una mitad del mundo arbitrariamente
separada -el mundo oficial, permitido, «claro»-, pero que se debería llegar a poder
venerar la totalidad del mundo; por lo tanto, había que tener un dios que fuera a la vez
demonio o había que instaurar junto al culto de dios un culto al diablo. Ahora resultaba
que ABRAXAS era el dios que reunía en sí a Dios y al diablo.
Durante un tiempo intenté con mucho empeño seguir la pista, pero no avanzaba
nada. Estuve incluso revolviendo toda una biblioteca en busca de ABRAXAS. Sin embargo,
mi carácter no estuvo nunca muy inclinado a este método de búsqueda directa y
consciente, en la que uno, de momento, se encuentra solo con verdades que son como
piedras en la mano................................................................................................................................Pasé todo aquel invierno sacudido por una tormenta interior, difícil de describir.
Estaba acostumbrado a la soledad; no me molestaba. Vivía con Demian, con el gavilán,
con la imagen de mi sueño que era mi destino y mi amada. Aquello me bastaba para
vivir, porque estaba dirigido hacia la grandeza y la lejanía y me conducía a Abraxas.
Pero ninguno de estos sueños, ninguno de mis pensamientos me obedecía; no podía
hacerles surgir o darles color cuando yo quería. Ellos venían y me asaltaban; me
dominaban y determinaban mi vida...................... Estaba siempre muy preocupado conmigo mismo. Deseaba desesperadamente
vivir de una vez algo de la vida, dar algo de mi persona al mundo, entrar en relación y
lucha con él........................................................................................................................................
En aquella época encontré un extraño refugio. Por «CASUALIDAD», como suele decirse.
Pero esas CASUALIDADES no existen. Cuando alguien necesita algo con mucha urgencia y
lo encuentra, no es la CASUALIDAD la que se lo proporciona, sino él mismo. El propio
deseo y la propia necesidad conducen a ello.
En mis paseos por la ciudad había oído una o dos veces música de órgano en una
pequeña iglesia de las afueras, pero nunca me había detenido a escucharla. Al volver a
pasar por allí, me paré a oír aquella música y reconocí que era de Bach. Me acerqué a la
puerta, que encontré cerrada; y como la calleja estaba casi desierta, me senté en un
poyo junto a la iglesia, me subí el cuello del abrigo y me puse a escuchar. El órgano no
era grande pero sonaba bien y alguien tocaba de una manera muy especial, con una
expresión muy personal de voluntad e insistencia que sonaba como una oración. Tuve la
sensación de que quien tocaba sabía que la música guardaba un tesoro y se esforzaba afanaba y preocupaba por él como si se tratara de su propia vida. Técnicamente no
entiendo mucho de música; pero desde muy niño he comprendido instintivamente esta
expresión del alma y he sentido siempre la música como la cosa más naturaLnatural en mí..........................................................................................................................................


Un día seguí disimuladamente al organista a la salida de la iglesia y le vi entrar en
una pequeña taberna, muy lejos ya, en las afueras de la ciudad. No pude resistir la
tentación y entré tras él. ................................................................ Me lanzó una mirada fulminante como si quisiera
echarme. Yo no me inmuté y seguí mirándole hasta que masculló irritado:
-¿Por qué me mira tan fijamente? ¿Quiere algo de mí?
-No quiero nada de usted -respondí-, ya me ha dado usted mucho.
Arrugó la frente.
-¿Es usted melómano? La melomanía me parece estúpida.
No me dejé intimidar...................................................................................................


-No. Me gusta la música, pero sólo como la que usted toca; música absoluta, en la
que se siente que el hombre golpea las puertas del cielo y del infierno. Creo que me
gusta tanto la música porque es poco moral. Todo lo demás lo es; y yo busco algo que
no lo sea, la moral hace sufrir. No sé explicarme bien. ¿Sabe usted que tiene que haber
un Dios que sea Dios y demonio a un tiempo? He oído decir que existe uno.
El músico echó hacia atrás el sombrero de ala ancha y se sacudió el pelo oscuro de la
amplia frente. Me miró atentamente por encima de la mesa con el rostro inclinado hacia
mí.
En voz baja y tensa preguntó:
-¿Cómo se llama ese dios que usted dice?
-Por desgracia no sé apenas nada de él; en realidad, sólo el nombre. Se llama
ABRAXAS.
El músico miró en torno suyo con desconfianza, como si alguien pudiera oírnos. Luego
se acercó más a mí y murmuro:
-Ya me lo imaginaba. ¿Quién es usted?
-Soy alumno del Instituto.
-¿Cómo ha sabido usted de ABRAXAS?
-Por CASUALIDAD.
Dio tal golpazo sobre la mesa que su vaso de vino se derramó.
-¡CASUALIDAD! ¡No diga estupideces, muchacho! ¡No se llega por casualidad a conocer
a Abraxas, para que se entere! Yo le contaré más cosas sobre él. Yo sé algo de él.................................................................................................................................................




-Bien -murmuró al cabo de un rato-. ¿Cómo ha sabido usted de... él?
Yo no dudé en contárselo.
-Estaba solo y desorientado -dije-; entonces recordé a un amigo de otros tiempos,
que sabe muchas cosas. Yo había pintado un pájaro, saliendo de una bola del mundo. Y
se lo envié. Después de algún tiempo, cuando había perdido casi las esperanzas, cayó en
mis manos un papel en el que se decía: «El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el
mundo. Quien quiera nacer tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El
dios se llama ABRAXAS.»............................................................................................




En ningún otro momento descubrimos con tanta facilidad la
medida en que somos creadores, en que nuestra alma participa constantemente en la
recreación de la vida. Una misma divinidad indivisible actúa en nosotros y en la
naturaleza; y si el mundo exterior desapareciera, cualquiera de nosotros seria capaz de
reconstruirlo, porque los montes y los ríos, los árboles y las hojas, las raíces y las flores,
todo lo creado en la naturaleza, está ya prefigurado en nosotros: proviene del alma,
cuya esencia es eterna, y escapa a nuestro conocimiento, pero que se nos hace patente
como fuerza amorosa y creadora............................................................................................-Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad.
Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como
individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del
mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el
pez y aun más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en
las almas humanas. Todos los dioses y demonios que han existido, ya sea entre los
griegos, chinos o cafres, existen en nosotros como posibilidades, deseos y soluciones. Si
el género humano se extinguiera con la sola excepción de un niño medianamente
inteligente, sin ninguna educación, este niño volvería a descubrir el curso de todas las
cosas y sabría producir de nuevo dioses, demonios, y paraísos, prohibiciones,
mandamientos y Viejos y Nuevos Testamentos.
-Bien -objeté yo-, ¿dónde queda entonces el valor del individuo? ¿Para qué nos
esforzamos si ya llevamos todo acabado en nosotros mismos?
¡Alto! -exclamó violentamente Pistorius-. Hay una gran diferencia entre llevar el
mundo en sí mismo y saberlo. Un loco puede tener ideas que recuerden a Platón, y un
pequeño y devoto colegial del Instituto de Herrnhut puede recrear las profundas
conexiones mitológicas que aparecen en los gnósticos o en Zoroastro. ¡Pero él no lo
sabe! Mientras no lo sepa es como un árbol o una piedra; en el mejor de los casos, como
un animal. En el momento en que tenga la primera chispa de conciencia, se convertirá
en un hombre. ¿No irá usted a creer que todos esos bípedos que andan por la calle son
hombres sólo porque anden derechos y lleven a sus crías nueve meses dentro de sí?
Muchos de ellos son peces u ovejas, gusanos o ángeles; otros son hormigas, y otros
abejas. En cada uno existen las posibilidades de ser hombre; pero sólo cuando las
vislumbra, cuando aprende a hacerlas conscientes, por lo menos en parte, estas
posibilidades le pertenecen.
De este género solían ser nuestras conversaciones. Raras veces me proporcionaban
algo totalmente nuevo, algo sorprendente. Todas, sin embargo, hasta la más banal,
daban suave pero insistentemente, en el mismo punto; todas me ayudaban a formarme,
todas me ayudaban a quitarme una piel, romper el cascarón; y de cada conversación
sacaba la cabeza más alta, más libre, hasta que mi pájaro amarillo sacó su hermosa
cabeza de ave de rapiña del destruido cascarón del mundo. A menudo nos contábamos
nuestros sueños, a los que Pistorius sabía dar una interpretación. Ahora recuerdo un
caso curioso. Tuve una vez un sueño en el que volaba; pero de manera tal que me
sentía lanzado por los aires con un gran impulso, que no controlaba. La sensación de
aquel vuelo era grandiosa, pero pronto se convertía en angustia al verme arrebatado
hacia alturas peligrosas sin poder evitarlo. Entonces descubrí que podía regular mis
subidas y bajadas conteniendo o soltando el aire de los pulmones.
A esto Pistorius dijo:
-El impulso que le hace a usted volar es nuestro patrimonio humano, que todos
poseemos. Es el sentimiento de unión con las raíces de toda fuerza. Pero pronto nos
asalta el miedo. ¡Es tan peligroso! Por eso la mayoría renuncia gustosamente a volar y
prefiere caminar de la mano de los preceptos legales o por la acera. Usted no.............................................................................................................................................¡Pero no se puede hacer todo lo que a uno le apetece! ¡No se puede matar a un
hombre porque a uno le resulta desagradable!
Se acercó más a mí:
-En determinadas circunstancias se puede hasta eso. Pero la mayoría de las veces se
trata de un error. Yo no digo que usted haga todo lo que le pase por su mente. No. Pero
tampoco debe usted envenenar las ideas, reprimiéndolas y moralizando en torno a ellas,
porque tienen su sentido. En vez de clavarse a sí mismo o a otro en una cruz, se puede
beber vino de una copa con pensamientos elevados, pensando en el misterio del
sacrificio. Se puede también, sin estas ceremonias, tratar los propios instintos, las
llamadas tentaciones de la carne, con amor y respeto; entonces nos descubren su
sentido porque todas tienen sentido. Cuando se le vuelva a ocurrir algo muy aberrante o
pecaminoso, Sinclair, cuando desee de pronto matar a alguien o cometer no sé qué
monstruosidad inconmensurable, piense un momento que es ABRAXAS el que está
fantaseando en su interior. El hombre a quien quiere matar nunca es fulano o mengano;
seguramente es sólo un disfraz. Cuando odiamos a un hombre, odiamos en su imagen
algo que se encuentra en nosotros mismos. Lo que no está dentro de nosotros mismos
no nos inquieta.
Nunca había dicho Pistorius nada que me llegara tan hondo. No pude contestar nada.
Lo que me había impresionado vivamente era la coincidencia de estas palabras con las
de Demian, que yo llevaba en mi alma desde hacía años. Los dos no se conocían y los
dos me decían lo mismo.
-Las cosas que vemos -dijo Pistorius con voz apagada- son las mismas cosas que
llevamos en nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la
mayoría de los seres humanos vive tan irrealmente; porque cree que las imágenes
exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se
puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede
elegir el camino de la mayoría. Sinclair, el camino de la mayoría es fácil, el nuestro
difícil. Caminemos..........HASTA AQUÍ TRANSCRIPCIÓN DEL LIBRO.................................................................................................... QUIÉN ES ABRAXAS???????????                           La palabra Abraxas (o Abrasax o Abracax, del griego ἄβραξας) era un término que se grababa en ciertas piedras antiguas, llamadas Piedras Abraxas, y que las sectas gnósticas solían usar como talismán. Se creía que Abraxas era el nombre de un dios que representaba el Bien y el Mal, un dios y deidadadorada y un demonio y daimon temido en una única existencia. Este término fue usado por los Basilideanos, una secta gnóstica del siglo II, para nombrar al ser supremo o dios que ellos adoraban. Abraxas fue también considerado un dios egipcio y un demonio. Es probable que la mística palabra abracadabrafuera derivada de tal nombre, aunque existen algunas otras explicaciones al respecto. En otras culturas se lo conose como Abraxis, Rasaxe, Baechen, Avichehem, Avichaem y Anusix....

Características

Esta secta gnóstica creía que la tierra había sido creada por él. Pensaban, de igual forma, que su nombre encerraba grandes misterios debido en parte al hecho de que las siete letras griegas que lo componen (ἄβραξας) suman un total de 365, la cifra de los días del año. Se creía, además, que comandaba a sólo 3 dioses, cada uno de ellos poseedor de una virtud,también se sabe que era adorado por los cainitas. Sus adeptos aseguran que en sus manifestaciones suele ser amable y piadoso con aquellas personas a quien considera buenas y despiadado con aquellas a quien el considera malas. Por otro lado, los mitologistas antiguos colocaban a Abraxas entre los dioses egipcios, y algunos demonólogos lo suelen citar como un demonio con la cabeza de un rey o de un gallo y con serpientes en lugar de piernas (el Anguípedo). Ha sido representado en amuletos (que los Basilideanos solían llevar) portando un garrote en sus manos e incluyendo en ellos, a su vez, el número 365. Según los demonólogos se manifiesta de distintas formas, inscripciones en el suelo, paredes, puertas, y asta en el cuerpo de quien lo invoca por ayuda. generalmente con símbolos y dibujos, rara vez entabla conversión con su víctima a quien no dejara hasta cumplirle su petición o deseo a menos que se lo pida, pero solo obedece a aquellas personas a quien considera buenas, si quien le ordena es una persona mala solo lograra enfurecerle.
El símbolo de Abraxas es un circulo partido a la mitad en forma diagonal Ø, también se lo representa con una balanza nivelada con dos cabezas de águila......................
Tambien se conocen como Abraxas, las piedras grabadas con el personaje y usadas como talismán por los Gnósticos.





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