sábado, 21 de enero de 2012

DESPIERTA (de Anthony de Mello)(FRAGMENTO)






















































SOMOS EGOÍSTAS HASTA QUE NOS ATREVEMOS A DESPERTAR!!!!!

Lo más difícil en el mundo es escuchar, es ver. No queremos ver.
¿Creen ustedes que un capitalista quiere ver lo que hay de bueno en el
sistema comunista? ¿Creen ustedes que un comunista quiere ver lo
que hay de bueno y saludable en el sistema capitalista? ¿Creen
ustedes que un rico quiere mirar a los pobres? No queremos mirar,
porque si lo hacemos, podemos cambiar. No queremos mirar. Si uno
mira pierde el control de la vida que tiene tan precariamente armada. y
por eso para poder despertar, lo que más necesita uno no es energía,
ni fuerza, ni juventud, ni siquiera una gran inteligencia lo que necesita
por encima de todo es estar dispuesto a aprender algo nuevo. Las
posibilidades de despertar están en proporción directa a la cantidad de
verdad que uno puede aceptar sin huir. ¿Cuánta verdad están
dispuestos a aceptar? De todas las cosas que aman, ¿cuántas están
dispuestas a ver destruidas, sin huir? ¿cuán dispuestos están a pensar
en algo que no les sea familiar?
La primera reacción es el temor. No es que temamos lo desconocido.
Uno no puede temer lo que no conoce. nadie teme lo desconocido. Lo
que uno realmente teme, es la pérdida de lo conocido. Eso es lo que
teme.
A manera de ejemplo, dije que todo lo que hacemos está tocado de
egoísmo. No es fácil oír eso. Pero piensen por un minuto,
Profundicemos un poco más en eso: Si todo lo que ustedes hacen
proviene del egoísmo - ilustrado o no- ¿cómo los hace sentir eso a
ustedes con respecto a su caridad y a todas sus obras buenas? ¿Qué
les pasa a ellas? He aquí un pequeño ejercicio: Piensen en todas las
buenas obras que han hecho o en algunas de ellas (porque sólo les
voy a dar unos pocos segundos). Ahora comprendan que realmente
surgieron del egoísmo supiéranlo ustedes o no. ¿Qué le pasa a su
orgullo? ¿Qué le pasa a su vanidad? ¿Qué le pasa a esos agradables
sentimientos suyos, a esa palmadita de felicitación en la espalda cada
vez que hizo algo que lo hacía sentir tan caritativo? Todo queda
aplastado, ¿no es así? ¿Qué le pasa a ese sentimiento de superioridad
frente a su vecino a quien usted consideraba tan egoísta? Todo
cambia. ¿no es verdad? "Bueno", dirá usted, "mi vecino tiene gustos
menos refinados que los míos".
Usted es una persona peligrosa, realmente lo es. Parece que Jesucristo
tuvo menos problemas con otra clase de personas que con la clase de
usted. Muchos menos problemas. Él tuvo problemas con personas que
realmente estaban convencidas de que eran buenas. Las personas de
otra clase parece que no le crearon muchos problemas, las que eran
abiertamente egoístas y lo sabían. ¿Pueden ver ustedes cuán liberador
es eso? ¡Vamos, Despierten! Eso es liberador. ¡Es maravilloso! ¿Está
usted deprimido? Tal vez lo esté. ¿No es maravilloso darse cuenta que
usted no es mejor que nadie en el mundo? ¿No es maravilloso? ¿Está
desilusionado? ¡Mire, lo hemos sacado a la luz! ¿Qué le pasa a su
vanidad? A usted le gustaría sentir que es mejor que otros. Pero mire
cómo hemos sacado a la luz esa falacia.
BUENO, MALO, O AFORTUNADO
En mi opinión el egoísmo parece provenir de un instinto de
conservación, el primero y el más profundo de nuestros instintos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario