"Una vez que tomaste una decisión, aténte a sus consecuencias, sin lamentarte. Sé responsable de tus actos"
Una vez, un hombre atrapó un pájaro. El pájaro le dijo: -"Como prisionero tuyo, no te soy de utilidad alguna, pero déjame en libertad y te daré tres valiosos consejos."
El pájaro prometió dar el primer consejo estando aún en la mano del hombre, el segundo cuando alcanzara una rama y el tercero al llegar a la cima de una montaña.
El hombre aceptó y pidió el primer consejo.
El pájaro dijo: "Si pierdes algo, aunque lo valores tanto como a tu vida, no sientas pesar,"
Entonces el hombre soltó al pájaro, que voló a una rama.
Acto seguido, dio el segundo consejo: "Nunca creas algo que contradiga a la razón, sin tener pruebas."
Luego, el pájaro voló a la cima de la montaña. Desde este lugar dijo: "¡Oh, desafortunado! ¡Dentro de mí hay dos enormes joyas; con sólo matarme hubiesen sido tuyas!"
El hombre se angustió al pensar en lo que había perdido, pero dijo: "Al menos dime ahora el tercer consejo."
El pájaro replicó:
-¡Qué tonto eres, pidiendo más consejos sin haber meditado acerca de los dos primeros!
Te dije que no te preocuparas por lo que se ha perdido y que no creyeras algo contrario a la razón.
Ahora estás haciendo ambas cosas:" Estás creyendo algo ridículo y te afliges por haber perdido algo. No soy lo suficientemente grande como para tener dos enormes joyas dentro de mí." "Eres un tonto, por lo tanto debes permanecer dentro de las restricciones habituales impuestas al hombre"
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